Todo es absurdo y de repente sin sentido. Salgo del baño, shopping Abasto, acabo de ver la película de Batman y dos "muchachos grandes" en el patio de comidas con apuntes y fotocopias sobre la mesa, debaten sobre algún tema universitario. ¡Y cuán sin sentido es! Como si fueran a arreglar el mundo!... y al decir esto, me siento un tanto aquel viejo conservador al que la vida le enseñó que la actitud de idealista subersivo es algo que se deja de lado cuando se llega a la madurez.
Y enseguida viene a mi mente el recuerdo de gente que disfruta el juego del debate practicándolo casi como un deporte, trayendo temas a la fuerza de cualquier lugar, y esforzándose durante horas para que se ramifiquen.
Y entonces pienso que me he vuelto pesimista o quizás siempre lo fui, ...no sé si es pesimismo tampoco...
¿Para qué debatir teorías que no te conducen a ningún lado? ¿Por qué necesitar de frases elocuentes que te dejen pensando tres días en lugar de una mirada profunda que te estremezca hasta los huesos? ¿La caricia de un intelectual es acaso más cálida que la de un analfabeto? ¿Y entonces de qué nos nutrimos?! Sócrates decía que el hombre debía aspirar a ser sabio, ser virtuoso y enriquecer el espíritu. ¡Y de qué me sirve a mí saber eso si esta crisis del sin sentido me llegó igual? Y a Sócrates ¿De qué le valió aspirar a la sabiduría si ya en esos tiempos la sociedad entera enviciada de acumular bienes materiales, lo condenó a muerte!?
El conocimiento te da la libertad. Así dicen. Pero ¿Cuándo se es realmente libre? ¿Libre de qué y para qué? Si desde que nacemos somos ciudadanos con deberes... Ir a la escuela, para estudiar, estudiar, estudiar, estudiar, aprender todo el tiempo. Instruirte, capacitarte, llenarte de información para una correcta inserción en la sociedad y así, ... pasarla. ¿Pasarla?
Y la vida así, cíclica, constante, repetitiva, multiplicadamente parecida y patética.
¿Qué si no leíste El Quijote? ¿Qué si no sabés quién fue Napoleón? ¿Qué si no sabés qué es el marketing? Es información, la tenés o no la tenés, pero no te hace mejor persona tenerla.
¿Qué me pasa? No sé. ¿Te imaginás un hijo en esta instancia? ¿Qué le diría? Quizás es una carcaza que me estoy fabricando para sobrellevar mi circunstancia. Mientras tanto, elijo el próximo libro que voy a leer, Siddhartha de H. Hesse.