LA MESA DE LOS VICIOS

¡Se murió el tío Posgnac! Era cantado. Es un integrante más de la mesa de los vicios...
Tengo aún la imagen de todos ellos sentados alrededor de una mesa bajo la sombra de los árboles, jugando al truco, dándole al tinto en una prolongada sobremesa de domingo, luego de un asado multitudinal.
También recuerdo a todas mis tías en la cocina pelándose por lavar los platos y chismoseando más tarde, mientras se tomaban unos mates al reparo de alguna otra sombra.
Mi mamá siempre estaba con un abanico en la mano, que el calor le traía la excusa para depaso espantar algunas moscas. Eso solía molestarme.
Tengo también la imagen de mi papá jugando en aquella mesa, pero sólo por casualidad, no quiero contarlo como miembro fijo de la mesa de los vicios.
Cuando murió mi tío Severo, de una cirrosis fatal, y luego mi tío Lulo, comencé a pensar en esa mesa y en sus integrantes, y fácilmente intuí que todos ellos serían los primeros en morir. Luego fue El Gallego, después Aguiar, y ahora Posgnac que si bien no formaba parte de esa mesa, llevaba esa misma rutina casi diaria en el bar de la esquina de su casa.
¡Mis tías (todo ese grupo de gorditas hermanas en el que está incluida mi mamá) están quedando viudas!.
Mi papá finalmente esta semana decidió ir al médico y lo llenaron de órdenes para hacerse un chequeo general.

EL DILEMA DEL QUESO ROBADO

Me pregunto si habrá sido por necesidad o por el placer de usurpar. ¡Qué odio me da no tener idea sobre quién fue! En el cartel que dejé en la heladera puteaba a un ser masculino pero por ser genérica nomás, en realidad podría ser mujer, mi queso y mi yogur eran descremados...
Voy caminando al subte camino a casa y estoy furiosa! Estoy maldiciendo y deseando que le caiga mal lo que comió de mi queso, tanto que, ahora estoy dudando sobre si yo debería comer de ese pote... ¿Qué tal si la maldición es tal, que llega a todo el pote? Me haría mal a mí también! Quizás debería tirarlo...
Mmm además, ahora que pienso, ¿habrá usado cuchillo, galletitas o sus propios dedos? En cuanto llegue a casa voy a revisar en esos huecos que dejó si hay indicios de cuál fue su método de sustracción.
- ¿Y usté qué mira? Sí, mi remera dice "Brasil" y yo estoy blanca como un papel, ¿y qué? -
Trato de imaginármelo comiendo de mi pote, y el tipo que se me viene a la mente no es otro que el novio de la destemplada che, y lo veo en un rincón mandándose bocados rápidamente, casi atragantándose para que nadie lo descubra, si fue de esa forma, bien pudo haber sido con sus dedos... O también pudo haber sido comiendo muuuy relajadamente (pero ya en ese caso no tengo idea quién podría ser) rodeado de todos sus compañeros fumando a su alrededor en ese fumadero horrible en el que se convierte el comedor por la tarde, con lo cual también sería desagradable comer de ese pote...
Pero de cualquier manera, lo más probable es que al llegar a casa, lo primero que haga sea meter mi galletita de salvado Tía Maruca dentro del bendito pote... después de todo, ese era el fin para el cual ayer lo había comprado.