¿Sabés qué difícil es ser yo? dijo, en un cuerpo masculino,
pero en una mente que trasciende el género.
Se sabe distinto, por momentos
superior, por otros, terriblemente inencajable, incomprendido! inconsolable.
Entre tantas virtudes y las que todavía nadie vió, cuántos
vericuetos innecesarios hay en esa cabeza que podríamos obviar! y ahí estamos enroscados,
pretendiendo ser más grandes y sin embargo tan chiquitos.
Y la neurosis que no nos deja desplegar las alas de todo lo que somos! pero sí, en cambio nos desnuda el miedo ese que tenemos de ser usados y abusados por los demás.
"Pero si lo que quiero es cuidarte, y mimarte y hacerte inmensamente feliz, ¿Quién quiere dañarte? Yo no! yo no...".Por supuesto que no conscientemente, pero, se daña sí, y cómo!
- Ey, ¿Escuchaste lo que acaban de decirte? Quieren cuidarte! y mimarte!.
Y no lo escucho, o no le creo, y mi vista sigue al frente, sin ver...
"Pero si lo que quiero es cuidarte, y mimarte y hacerte inmensamente feliz, ¿Quién quiere dañarte? Yo no! yo no...".Por supuesto que no conscientemente, pero, se daña sí, y cómo!
- Ey, ¿Escuchaste lo que acaban de decirte? Quieren cuidarte! y mimarte!.
Y no lo escucho, o no le creo, y mi vista sigue al frente, sin ver...
¿Y por qué será que confrontamos con ese? Como si
quisiéramos esculpirlo al modelo exacto de lo que uno quisiera ser. Las batallas
ganadas las queremos ahíii! plasmadas en ese otro, que tiene que ser lo que uno
pretende ser, pero no! no es eso. Nunca es! porque es otro. Y si ni nosotros somos todo lo que pretendemos ser!!!
Y entonces, resistimos a la unión, a engranar con ese otro distinto que se nos imantó, es otro ser que se acercó, que nos eligió, que nos hizo reír, que nos tocó, que nos tocó… que nos tocó! Que nos dijo a algo que sí, que va, que quiero! Y de repente, ahí el freno, las quejas, las echadas a perder, los ahogos en vasos de agua! las zambullidas a piletas vacías! los pifies en la desesperación por vivenciar el de a dos, pero nunca es perfecto… y entonces, es otra vez no.
Y entonces, resistimos a la unión, a engranar con ese otro distinto que se nos imantó, es otro ser que se acercó, que nos eligió, que nos hizo reír, que nos tocó, que nos tocó… que nos tocó! Que nos dijo a algo que sí, que va, que quiero! Y de repente, ahí el freno, las quejas, las echadas a perder, los ahogos en vasos de agua! las zambullidas a piletas vacías! los pifies en la desesperación por vivenciar el de a dos, pero nunca es perfecto… y entonces, es otra vez no.
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