miércoles, agosto 23, 2006

UN RULO PARA MI

Algunos decían que parecíamos hermanos porque estábamos mimetizados y hasta las bromas que hacíamos eran parecidas, las muecas, los gestos. Sentía una necesidad permanente de tenerlo cerca. Ese cariño tan grande por otra persona que a veces te lleva a estar charlando tomado de la mano. Y yo solía decir que quería que en el futuro, él fuera el Tío Rulo para mis hijos. Y luego lo perdí.
Pasó mucho tiempo, y anoche lo encontré. ¡Tamaño abrazo le pegué! No lo suelto más.

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