Venecia me abofeteó los sentidos. No es un lugar para ir solo, y más si sois como yo. Pues bien que sola no estuve!
Cuando un lugar me despierta tanta pasión pienso en los por qué, pero quién sabe....
Es una ciudad que con tantos recovecos da la idea de que uno podría escabullirse ahí y jamás ser encontrado...
Bella, exótica, romántica, de día y de noche, hermosa, con y sin gente, con sus máscaras y sus gondoleros. Música sonando en cada rincón, que como digo siempre, la música añade ese plus increíble. Y joder! que me saltaron las lágrimas. No lo pude soportar. Cada foto es una postal para el recuerdo, pero aún así la sensibilidad no fue tanta para pagar los 100 euros que cuesta el paseo en góndola.
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