sábado, julio 28, 2007

Romano, un capítulo aparte

La casa de Romano es roja por dentro porque se le antojó. Un rojo obscuro con el que pintó desde paredes hasta muebles de cocina, baño, habitaciones, y no sé si olvido algo. En la cocina comedor compite el rojo con los incontables trofeos y copas de tenis que tiene en exposición en vitrinas y estantes. Cuando llegué, una de las primeras cosas que me enseñó fue una costra que tiene enmarcada junto a la foto del accidente que le ocasionó aquello hace 20 años, un personaje adorable!
Su jornada consiste en desayunar su café con leche, a veces cocinar de mañana para luego al regresar de sus juegos de tenis con amigos, tener il pranzo pronto. Luego, lo más común es que se duerma de sobremesa viendo tenis o Totó. Luego a jugar otra vez por la tarde, así que su piel es de color naranja. Al final del día, a dormir a lo de su novia, quince años más joven, él tiene 70, un maestro.

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