Emiliano, Francia, Michele, Daniel y Sonia, Norbert y Clara, Sofien y Dominic, Leo...
Papá se emociona cuando le cuento, porque es tanta la devoción que él tiene por mí que manifiesta ser mérito mío. Yo no lo creo. Es esta gente fuera de serie con la que me he cruzado.
Agradecida desde el alma siento ahora la necesidad de ser igual. No solo para con ellos, sino para un todo, para sumar a esta forma de vida, de ayudar, de brindarse a quien se puede dar una mano por el solo hecho de hacerlo. Porque se gesta algo tan grande en el corazón de quien recibe como de quien da. Ya me lo describía Daniel de Madrid, que sin desmerecer al resto ha sido el más osado en esto, pues ha entregado las llaves de su departamento a quien a visto una sola vez en su vida, un rato en una milonga de Buenos Aires. Aaah y Francia? que por la amistad que me une a su amigo Emiliano inmediatamente me adoptó como tal, y dejó el depto de Milán en mis manos mientras él trabajaba en Génova. Sofien en París, otro! jamás había siquiera oído hablar de mí antes. Y por su amistad con Norbert me invitó a ser parte de sus vidas por unos días.
Si me lo contaban antes de venir no me lo creía.
*Emi, Norbert y Clara, Michele, Leo, agradecida con ustedes para siempre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario